9004.- La influencia en la política está ávida de la antípoda del adjetivo estéril, ese fecundo, potente y eficaz dinero que proporciona aún con el estigma de la afrenta de haberse obtenido, todos ya sabemos cómo y con qué artimañas en su estima de quienes depositaron su confianza provocando esquivez para instaurar ese esplín de otra vez lo mismo con la estaca del poder y el estandarte de la corrupción.
9005.- El corito -ta de la pasarela de los aspirantes a puestos públicos, desnuda y encuera dejando ver tras sus intervenciones que piel descubre en sus intenciones de ser en esa doble cara al parecer y comparecer.
9006.- El escombro político no parecía ser reciclable, pero aparece y se disemina cual disciplina en el disentir de la forma del disforme hecho de las prebendas y su cohecho.

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