9382.- La mejor y menor provocación al intelecto y dilecto es la vocación, esa sensible sensación de hacer lo mejor del sabor de sólo uno de los sentidos nada disminuidos de hacer lo que debo ser sin saber si es lo mejor pero con sabor de realizar no mejor del eco de lo que inserto está en ingesta de solidaridad con la humana realidad.
9383.- Ser puntual no sólo es expresarse correctamente para darse a entender sino esa manera de respetar al otro en su tiempo y espacio que aparece como una torcida forma de creer que se vale de cierta dependencia que exige amistad.
9384.- Convivir con los demás en ocasiones está demás, las diferencias resultan nimias y así tampoco limites en menos y en más la poquedad o la exuberancia no dan suficiencia a la felicidad que no llega por la inconformidad.

No hay comentarios: