421.-El mal llamado síndrome de Diógenes, que destaca a los ancianos desposeídos o indigentes, mas bien resalta la convicción del placer de no necesitar nada supérfluo y no el contagio de la superficial mediocridad.

422.-No se puede ser avaro con las letras del abecedario, vital es su interés de capital importancia.

423.-En busca de una existencia más intensa, se llega al promedio de la medianía, entre el sopor del aburrimiento al extremo del éxtasis del concupiscente delirio.

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