6052.- La libertad emancipa y abandona, desampara y ausenta del claustro interno y del cancerbero de la mala conciencia, que lo delega a los instintos y la intuición.
6053.- El placer clama exclusividad de placentero gozo que inflama los sentidos de grandeza con la existencia y a su acometida que no soporta ser continua pues trastoca y altera emociones en adicciones que alberga la distorsión del exceso.
6054.- Los sentidos aprensivos están prestos al cautivo regocijo de las pruebas liminares en el control de la percepción que desborda la dopamina que somete y contrasta la voluntad en libertad.

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