8491.- El ocio y los ociosos no pueden disimular su paladar y han de callar su inactividad pues su realidad es manifiesta en toda su humana flojedad en esa aparente obviada.
8492.- La perversidad no encontró bienestar en la bondad su maledicencia denigra en su desasosiego que causa malestar cual maleza de la naturaleza que no es ninguna rareza.
8493.- Las magnitudes en nuestra escala humana son admirables y ergonómicas a nuestra humanidad, más allá de los dos extremos, hacia lo grande o lo pequeño son asombrosas magnitudes.

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