1357.- En el ataúd de los recuerdos yacen los cadáveres de un duelo de exhumados eventos cuya moral particular fallece en los ensueños de una ética universal que prevalecen a pesar de las traperas consignas de banales propósitos humanos.
1358.- La convalecencia de las culpas corroen más en sacrificio que el acto que enferma en el proceder moral, se le llama expiar para eximir.
1359.- Se entroniza esa especie de espacio, en la metáfora de la costura invisible del cuento del sastre del rey desnudo.