9592.- ¡Que se cumpla la concepción del caos!
Sólo al caos le ha sido posible ser desde el principio vacío y plenitud, escasez y abundancia, emoción y pensamiento, así debe ser una obra de arte; comienzo y final, para llegar así misma a su centro e iniciar el terno, eterno retorno, mostrando su singularizada irrefrenable.
9593.- No todas las obras que acomete el hombre alcanzan el objetivo y producen obligada mente una obra de arte. La intención puede ser creativa y la resultante no ser lo. Sólo puede hablarse de creación cuando la obra es innovadora y ofrece una opción original congruente, conteniendo dos elementos que la alimentan, en dos procesos, el de la inspiración y el de la reflexión, pues es preciso un sentir controlado por la razón y un pensar expresivo guiado por la intuición.
9594.- Finalmente para identificar una obra de arte se deberá tomar en cuenta una multiplicidad de elementos que convergen: estructura, estética, espacio, método, disciplinas, estilo, construcción, etcétera.

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