12, 037.- Las transferencias y correspondencias entre el entendimiento del silencio por la belleza y el arte son disfrutes de íntimos goces del saber que lo repentino puede conllevar un tino que asimila la sorpresa y el vaticino que le precede la inteligencia que reafirma que el que comparte el conocimiento recibe firmeza de sus propias convicciones en el umbral de la duda develada.
12, 038.- Las sobradas y sembradas muestras de la cortesía de influencias que refrescan la memoria de fraternidad de la hermandad humana se revierten en brotes de estímulos que el idólatra padece de la identidad y particularidad del Ser que no solamente es poseer cosas materiales sino asistir al intercambio de solidaridad en equidad en esa tonalidad que vibra las fibras de los sentidos y anima a que los arrebatos de correspondencia quedan latentes en la labor permanente.
12, 039.- La contemplación de la Naturaleza hasta en las charcas, lo que queda a la orilla de un río después de una avenida, resulta chispeante en esa metáfora del brote de la dádiva que resulta del agua con el contacto con la tierra del que siempre hay oportunidad de librar su latente esperar en crepitar y chisporrotea tal fusión de eventos que mantienen viva la necesaria y regular su esparcimiento natural.
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