10, 357.- El esfuerzo para lo que va bien en el ejercicio cotidiano de la testarudez en la perseverancia y en ocasiones contra la irrelevancia de la flagrancia que no arrogancia de que sólo hay una manera de hacer las cosas en algún momento llega a su su tolerancia don de llegar es conservar los límites de la avaricia que sin pericia resiente más fuerte la caída en un día.
10, 358.- La fiebre de la ambición se dice rompe el saco cuando se pierde la dimensión y se genera la capacidad de la medida en la subida que carece de sostén en el alzado del costal de la complejidad de los pormenores que se acumulan en la giba de las responsabilidades en las que mucho abarca poco aprieta.
10, 359.- Imperioso y familiar es la hermandad en el que la maldad hay que erradicarla con procacidad en el prevenir preelegido que se tiene de esa relación donde toda privación es selectiva pues quién que abuse de esta situación carece del derecho a solicitar perdón a nombre de la primacía que otorga la genética del legado o sagrada prebenda.

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