10, 939.- La virtud de ser causa placer que entrelaza teje y urde nuestro aparejo que genera la pesca de esos sueños atrapados en esperanzas que fallidas por la que pocas veces las oportunidades al asar debemos dejar al azaroso manifestar de ese entorno caótico que impide manifestar la libertad , el derecho y la necesidad del ser. 
10, 940.- Se galopa en la existencia con la insistencia de la vivencia distendiendo el trote del extremo cual carrera en su límite que termina creer que se viene desde atrás para la competencia y llegar primero, lo cual no es el estar siempre acelerado que el entorno no decida lo que hay que determinar para poder gozar de esa paz que define ese placer de ser.
10, 941.- El reconocimiento en uno mismo en el alternar y el pendular extremo continuo, tal como el palpitar del corazón en ese sístole y diástole que lo define y que sólo en la estabilidad de la quietud mental de la soledad o mortal plantea su paro definitivo e importante definirlo al ese vaivén que compone la felicidad y su limite en la trascendencia como forma de proseguir la existencia.

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