11, 488.- Se comparte el arte en sus inquietudes provocativas que contengan poca aspereza en el puntual quebranto del nudo Giordano ese que desespera por la pereza en el desnudar y desanudar algo bien atado como la belleza que acontezca en su asombro que irisa la piel por su forma de ser.
11, 489.- La ingentes huellas de la progenie humana deja improntas que realzan su paso por su existencia que comenta que jamás miente por ser cual moneda de dos caras además de ser falsas, en la que no evita ser insolente por menos indolente e insensible o doliente por una inestabilidad enferma.
11, 490.- La malicia del ambicioso va de la envidia al chantaje y al soborno adherido a la impunidad con tal de conseguir su propósito de estratagemas que no de estrategias que hagan menos carga en la conciencia de la maldad en el interminable pasión como vocación del sobajamiento humano.
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