1810.- Esa fantasía que se representan en la mente cuando se duerme se resquebrajan y se vuelven pesadillas como tiempo de vórtices que arremolinan eventos de sempiterna búsqueda del sueño en la que se desea no despertar o aquel otro sin retorno de escalofríos.
1811.- El nieto de un amigo, ambos grandes aficionados al fútbol, le dijo a su abuelo cuando cumplió años que lo inscribiría en la selección sub-67.
1812.- La redomada política no rehusa las treguas del descanso a la inserción de paradigmas de cambio en comunidades áridas de educación y adecuación a los estándares mínimos de calidad de vida que rige la capacidad de compromiso con las mayorías más desprotegidas.

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