12, 325.- Cuando el futuro nos alcanza, algunos ya no llegaremos a la excelencia de la inteligencia artificial, en el que las palpitaciones del reloj de la existencia rebosa la precisión en la presión arterial, cual ir y venir de los efectos sobre la gravedad en las mareas de la luna sobre el mar sin provocar tsunamis.
12, 326.- La ira no resuelve nada, llámese efecto de un engaño o una ironía de luces, rayos y centellas, tal vez acertijos irresolubles con señales que asienten lo que sostienen y que madura sin quemadura en la felicidad que acecha los instantes de esos momentos alejados de las patrañas y los argumentos.
12, 327.- Los sismos sentimentales de las alarmas de la atracción erótica, previenen movimientos de escalofríos de temblor de gelatina en el vaivén de esas onduladas ondas que ejercen su fuerza con la gravedad terrestre desmoronando los muros y los techos de las imbricadas losas de los sentidos emocionales y que se alocan con efectos oscilatorios y trepidatorios.
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