12, 310.- El viaje del viejo existencial de ese quebradizo, frágil y provecto en la decadencia física y tal vez emocional que no siempre suele ser sensacional en las que solitario se tornan en la memoria los tiempos en que no existían los achaques y debilidades que acarrean los años se detecta en esta ancianidad la consideración que inspira o debe, la madurez, la experiencia del vetusto y estropeado que vigila la vigilia en la soledad.
12, 311.- La realidad de la humanidad la que procede en comunidad y luego en su individualidad tiene virtudes y defectos en los que crece se alimenta y desarrolla de esa herencia familiar genética con las expectativas del contorno social en el que habita teniendo como límite virtual el horizonte terrenal y su espacio sideral.
12, 312.- En el irreflexivo sentir de ese excesivo receso de la pandemia que no aparece límite se sesga en el ánimo: el amilanarse, aflojarse, ceder, disminuye, debilita flaquea de irritable malestar las acciones que impiden acceder a ser como se acostumbro en el pasado que se añora con desdén insobornable.
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