12, 391.- La obsesión y la objeción por el pasado constantes evitan y substituyen vivir plenamente los presentes que se vuelven ausentes en tanto los evitan en el pedigüeño entorno que precisa más participación en la sociedad que lo reclama normalizar su falta de presencia vital y consciente de estar cuando debe de ser el.
12, 392.- La realidad alterna entre los extremos de la verdad y la mentira en esa recalcitrante forma de oposición de los contrarios, pues sus recapitulaciones son insistentes y se perciben resoluciones de pugna perenne en ese resuelto que no tiene quieto en restregar sus posiciones ante los demás y restringen la solución.
12, 393.- Maltrecha la humana realidad la rebasa el microcosmos viral al cual no puede detener su viral expansión mundial que no cesa su control con las medidas que estrujan los sentidos en ese enjambre virulento que no ceja de crecer por doquier que tiene disponibilidad para ejercer y estremecer tal estupefacción.
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