1072.- Nací en el estado de... embarazo y embarazoso de mi madre Elsa que con su relación pareja José Luis, luego no tan igual ni de equidad con su intercambio de flujos al que le aplicaron el famoso redondeo, ayer un concepto publicitario y comercial, en el que ese ajuste lo arrojan a la siguiente generación con el arrastre del ADN genealógico y cuyo producto, así dicen los médicos, es el que suscribe.
Luisirulá, así gustaba que le dijeran, amplía el concepto de genética a la universalidad, cuando asevera que la humanidad y el ser en particular, desde el Pretérito, en el Presenta y en el Porvenir, profeta el señor, proviene de un orificio común, o sea la obligada salida y entrada del recinto placentero, y que culminaba su existencia mortal en otro hoyo, la vil fosa.
El alumbramiento ocurre en su proceso natural en Aguascalientes, capital del mismo estado, en 'Agüitas', o sea la orlada patria chica y que el mencionado suceso tiene su precedencia de enaguas-calientes, en diminutivo sería enagüillas calientitas, de donde todos provenimos muy probablemente, de esa prenda inferior femenina que se lleva debajo de la falda y que por cierto también la usaron los griegos varones como falda, tal vez, solamente estos hechos son un denominador común, o lo que quiso decir mi padre o dijo 'nahuascalientes', de origen Náhuatl, lo que ubicaría nuestro legado aborigen, en este Estatismo Nacional, vaya usted a saber si así fue o así lo interpreté.

1073.- Había una ves cuatro individuos llamados; Todo el mundo, Alguien, Nadie y Cualquiera. Siempre que había un trabajo por hacer, Todo el mundo tenía el deber de hacerlo. Al final Todo el mundo culpó a Alguien cuando Nadie hizo lo que cualquiera podría haberlo hecho. Esta metáfora (a la que a Alguien se la fusilé), sería una aportación a la doctrina de la responsabilidad colectiva, misma que sugiere que participan estos granos de arena para forman playas y desiertos y colaborar en el 'Efecto reloj de arena' lo que sostiene las grandes rocas de la superficie del cual hablaremos en otro apartado.

1074.- La muerte se retrata en un mundo convulsivo de una crueldad intolerable a una escala internacional en todas las épocas de la existencia humana con imágenes duras y desgarradoras de la animalidad terrestre. Si de morir se trata, ello sigue siendo de lo más natural, sobre todo si se han logrado pasar con calidad de la existencia los años que acercan lo que desaparece en la ineluctable evolución de las cosas, de manera es entonces, tan normal la muerte como el vivir, donde la muerte es el aspecto perecedero y destructor de la vida. De esta forma, lo más cercano a la certeza es que aún no sepamos ver lo importante.
La muerte, es lo que permite a nombre de todos hacer lo correspondiente y que cada ser tendrá su propia oportunidad, Borges decía "que los herederos nos inventamos a nuestros predecesores". Es tan difícil aceptar la muerte, dejar este envoltorio, no se dice , en cambio, el crispar que a veces resulta aceptar la vida. Sin embargo suele aceptarse mejor la muerte cuando se a cavilado acerca de la reflexión privada sobre los límites y alcances de la vida donde la muerte asistida o eutanasia es una encrucijada de compleja trama de nudos filosóficos y jurídicos en la que se empieza por aceptarse el degradar de funciones corporales del cuerpo del individuo.
Los seres humanos tienen bastante de bestias de esa querencia por el planeta, y sin embargo, no cesamos de rebajarnos con el expolio de los recursos que dan vida.

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