1093.- Los seres humanos en su individualidad manifiestan una máxima en los propios códigos de símbolos que nos permitan en nuestro albedrío ser selectivos con los coetáneos en el arte y específicamente de algunas obras expuestas, donde algún malestar o desazón sacuda nuestro cerebro y el trastocar de las interpretaciones de esos espacios de vacíos de significado en este empuje de la realidad contemporánea se transforme en deleite. Las preseas de una obra de arte deben manifestarse en los sentidos, ésta, en su más simple expresión será nos gusta o no, sin ningún análisis crítico, con posteridad a la contemplación se descubrirán sus principales características, color, armonía, si existe algún mensaje, se comentaría de que nos modifique la interpretación de la realidad con la visión del autor, estar de acuerdo o discrepar o de una recíproca identificación estimulada de remembranzas o subliminales metáforas que invitan a evitar o promover su fuerza. Esa idea obsesiva que nace en un recóndito resquicio en alguna neurona con alguna potencia inasible que cale en los límites de la periferia de la memoria y accionan los sentidos que derivan en una verdadera catarsis, en la que no hay interceder más allá de la obra que provocan puntos de fuga en la mente que actúa como espejo de reflexiones correspondientes.

1094.- El arte aunque aparece subjetivo, es como lo mas cercano a la verdad propia.
Lo que produce belleza es la proporción de las partes entre ellas y el conjunto,
junto con la colaboración del entorno como añadidura, que puede ser el de un referente para validarla. Entonces la estética tiene su estructura en su dimensión y las medidas ajustadas, o sea que la reunión de sus componentes es lo que hace incandescentes a las partes no al contrario. Si dedicamos toda la energía al culto corporal, quedamos fuera de escala, hay desproporción, abandonando otras partes de nosotros mismos. Solo va ser esa parte lo que somos, intentemos también en esa proporción lo que internamente hemos desarrollado.

1095.- Lo que se es en el Presente es consecuencia de lo que se fue en el Pasado, lo que tiene como consecuencia , dar una versión distorsionada y compeler en cargas de duelos de soberbias, en ocasiones, con uno mismo, esa impronta de una perspectiva virtual que carece de objetividad que es su rasa y basa, la precede la definición subjetiva del sendero recorrido, por lo que habría de colegir los contenidos del pensamiento desde otro yo muy difícil de conciliar por su simetría de espejo.