11, 149.- Cuando se vaya dolido con sentimientos de desesperación no hay mejor alivio a la patraña envidia y mentira de ser engañado del que se esconde ante la injuria de no ser el mismo que prescindido a la insidia de maligno proceder se vea afectado por esa valla que impide ver.

11, 150.- Los laureles sucumben al enarbolar la grandeza humana y que se entregan cual símbolo en el desplegar reconocer en el ámbito para sostener y atraer la suerte en la riqueza y el amor que ennoblece el esfuerzo animoso de quien obtiene fuente de valores en el ascender a esos peldaños que lo que hacen fuerte en esa fuente de virtudes.

11, 151.- El ego con fuego y pasión afirma tener acción con disciplina que arremolina el juego de doblegar plegaria necesaria y crea dependencia de ansia que provoca obediencia y sumisión en la retención de sentimientos desbordados en esa rezaga del ser aceptado que relaja la retentiva de la intención reiterativa por obsesiva.